Fobias Gatunas

A mi me asusta el agua, como a todos los gatos-quieto perrito que te leo el pensamiento; nada que ver con la limpieza, que esta gata va siempre como los chorros del oro-. No me importa que me salpique, pero no soporto la idea de sumergirme, de no hacer pie. Se me eriza el lomo, me salen las zarpas y de un bufido salgo disparada a mil por hora, enganchándome al techo como una garrapata.
Ya ni recuerdo desde cuando me viene este miedo. Tal vez está en mis genes gatunos, sufrí un ahogo de cachorro, o tuve una mala pesadilla. Quién sabe, seguro que explicarlo sería complicado.
Sin embargo, los perros temen a los ruidos. Un estruendo, y todos los canes escapan culeando por debajo de las camas. Orejas gachas, rabo entre las patas, y ese tembleque tan mono, jejejeje.
Me pregunto, qué pasaría una noche de tormenta, de las de rayos, truenos, centellas y chuzos de punta…
Imagino que mi tejado y el callejón quedarían vacíos.
En el fondo, no somos tan diferentes.
Miau.