sábado, 18 de abril de 2009

FUUUSSS


Estaba tranquila en mi tejado, a resguardo bajo un cesto de mimbre, cuando oí sus aullidos cansinos. Más por fastidio que por curiosidad, me asomé para ver al pobre loco que cantaba bajo la lluvia. Y allí estaba, un perro verde completamente empapado, recitándole a la luna.
Y no hubo modo de convencerle, tuve serenata hasta las tres de la mañana. Si al menos hubiese sido de la tuna, me habría divertido con las cintas de su capa.
La luna me miró de reojo y entre brumas me susurró.
-Dile al perrito que tal vez mañana. Hoy estoy cansada.
Sonreí para mis bigotes, bien sabía de sus correrías y devaneos. El trovador, incansable, hizo oídos sordos a mis consejos, y siguió viniendo noche tras noches a rondar a su dama.
Así me acostumbré a charlar con el viejo y loco can, al abrigo de una luna indolente.
Menos mal que voy por mi cuarta vida, y aun me quedan tres para hacerle entrar en razón.
Miau

4 comentarios:

Cándido Perro Verde dijo...

dejate de ostias y dame algo para la afonía y una toalla que estoy chopao.
Hembras, todo lo femenino es indescifrable

Felisa La Gata dijo...

Vaya con el perro poeta.

Cándido Perro Verde dijo...

Claro, yo soy un perro loco y viejo, y que además siempre miro hacia arriba.Mi fijación por la luna viene de mis apellidos CANDIDO LUPUS SILVESTRIS Que contradios¡
Una gata que en vez de pasear los callejones los espia desde la ventana y encima sueña con tunos.
Seguro que comes Cat Chow, pero sueñas con pescado.

Felisa La Gata dijo...

¿Espiar? jajajaj yo estoy tranquila en mi tejado pensando en mis cosas. Eres tú lobo silvestre quien se pasea aullando sus rimas. Como para no oirte.
En cuanto a mi dieta, es más bien frugal, pero en todo caso,cosa mia lobito, cosa mías.